Simulación de funcionalidad

Este paso lo podremos realizar ya que tengamos una vez listo nuestro prototipo planteado, esto es a que, como el nombre nos lo indica iniciaremos con la evaluación y verificación del mismo; en otras palabras, analizar y comprobar que todos los elementos del programa funcionen correctamente y/o modificar lo inadecuado. Tengamos en cuenta que al ser un prototipo, nuestra evaluación será del tipo formativa, pues ésta surge a lo largo de su creación de forma que se puedan corregir y verificar cosas intermediarias antes de la obtención del producto.

Queda claro que necesitamos la evaluación formativa para verificar lo correcto pero también lo incorrecto del mismo, permitiéndonos eliminar aquellos detalles que sean necesarios hasta cumplir con los requerimientos pedagógicos y técnicos; llevándonos a un ciclo que terminará hasta llegar a lo óptimo . 

Dentro de la evaluación formativa podremos utilizar diversas técnicas que nos ayudarán a corregir con mayor facilidad los errores; sin embargo, hay que utilizarlas adecuadamente y en los momentos adecuados:

1. Evaluación analítica. Encargada de describir y predecir los componentes así como el uso y utilidad de éstos por parte del usuario
2. Evaluación experta. En la que expertos en las tecnologías de la información y de la educación, juzgan al producto, proponiendo mejoras
3. Evaluación por observación. Observar al usuario al momento de utilizar el prototipo, para así reunir información sobre la interactividad entre ellos
4. Evaluación experimental. Se basa en la realización experimental en torno a ciertas variables del prototipo, comprobando así sus efectos y rendimientos